Mou no se entera de que el Madrid ya no es líder
La especie humana es la única capaz de tropezar dos veces en la misma piedra. En el caso de Mourinho, tres veces. ¿Será que quizá The Special One no es humano? El pasado año el Real Madrid se presentó en el Camp Nou en el mes de noviembre desde la posición de líder y con la intención de dejar resuelta la Liga y celebrar el alirón allí mismo, en el recinto blaugrana. El Madrid se llevó un 5-0. La semana pasada las fuerzas vivias del madridismo, tan necesitadas de éxitos como éstán, ya veían también al Madrid campeón, esta vez en diciembre. Sólo había que ganar al Barça en el Bernabéu para dejarlo a seis puntos que, en realidad, según el madridismo más desbocado, eran nueve. Ya se ha visto, ni cambio de ciclo ni alirón anticipado. Nuevo repaso blaugrana en el Bernabéu y nuevo mazazo a las expectativas creadas. El Barça no sólo salió vivo del Bernabéu...¡salió líder!
Pero no acaba ahí la cosa, el Madrid tiene que jugar este fin de semana en el campo del Sevilla, y Mourinho, que se ve líder aunque no lo sea, ya cuenta con esos tres puntos porque tiene un partido menos. Lo que no dice es que ese partido hay que jugarlo. Pero él ya lo da por ganado, como ganados da por anticipado todos los partidos que juega ante el Barcelona, porque dice que "no me cambiaría por otros equipos que van por detrás en la Liga". Es decir, que da por supuesto que el Real Madrid ganará o empatará en Sevilla. Algo tan sabido como lo era que el Barça iba a recibir una manita este sábado en el Bernabéu según Telemadrid.
Mourinho vive de generar expectativas y de buscar excusas cuando éstas no se cumplen. Había prometido un segundo año maravilloso y resulta que en tres enfrentamientos con el Barcelona ha perdido dos y ha empatado uno en casa. En lugar de hacer autocrítica, analizar los errores y buscar soluciones prefiere sacar pecho. Errores, ninguno. En la rueda de prensa posterior al clásico culpóa Özil de la derrota, como meses antes hizo con Khedira, a quien responsabilizó del fracaso en el campo del Levante. Él nunca tiene la culpa, aunque no sea capaz de sacar el máximo rendimiento de Cristiano o de romper la tela de araña que un partido tras otro le teje el Barça en el centro del campo. Lejos de ponerse a trabajar en las soluciones, prefiere chulear: “no cambiaría la situación del equipo por nadie, ya que el Madrid ha sido el mejor en Champions, y en la liga no hay nadie delante nuestro”. Él sabe mejor que nadie, y por experiencia, que en la Liga ha habido un equipo que le ha demostrado ser superior y, además, sabe también que deberá jugar todavía en ese escenario en el que ya recibido un severo correctivo.
El argumento de la Champions tampoco sirve. Que el Madrid le marque seis goles al Dinamo de Zagreb tiene tanto mérito como que el Olympique de Lyon le meta siete a domicilio. La fase de grupos no permite calibrar las fuerzas de nadie porque los rivales son muy diversos y la mayoría de ellos indignos de una competición de primer nivel. De lo que no habla Mourinho es de que el Barcelona ya ha ganado dos títulos este año y va camino de conquistar el tercero. Los dos títulos - el tercero que está por llegar en Japón- los ha ganado superando primero al Real Madrid, su Real Madrid, la temporada pasada y también en agosto de la actual.
