Aunque Jose Mourinho quiera ver detrás de la gloria y éxitos de Messi la mano oculta de las fuerzas del mal, lo cierto es que Messi y Cristiano Ronaldo hablan en cada partido. Y en cada partido que juegan las distancias que les separan son cada vez más grandes, hasta el punto de que ahora mismo el debate que pretende comparar a ambos jugadores carece de contenido y de sentido común. No hay debate. Habrá que buscarle otro rival a Messi porque con el portugués, tres años y medio después, no hay nada que hacer.
Mientras Messi condujo a su equipo a la victoria en el campo del Betis, Cristiano Ronaldo se escondió en Valladolid, en donde el Madrid ganó sin beneficiarse para nada de su concurso. De hecho fue Özil quien tuvo que resolver la papeleta con dos golazos. Y mientras tanto, Falcao ya se le ha colado en el podio de los goleadores, lo que confirma que el rival del futuro para Messi a título individual va a ser Falcao... siempre y cuando no fiche por el Chelsea.