El temor de cualquier equipo que disputa la Champions: tener que jugar, normalmente en febrero, algún partido lejos de casa, en païses acostumbrados a vivir con el frío en el cuerpo. Cada año Barça y Madrid se encuentran con esa circunstancia. Los octavos de final que se empezarán a disputar esta martes vuelven a servir de ejemplo. Los azulgranas viajan a Leverkusen; los madridistas, a Moscú (la siguiente semana).
Sin embargo, puede que esta situación sea frecuente en el resto de equipos de la Liga Española sin necesidad de salir del país. Sin ir más lejos, las previsiones marcan que el frío que hará hoy en el Reyno de Navarra será superior al del martes que viene en el Alianz Arena de Leverkusen. El Barça deberá hacer frente a esa dificultad que ya viene siendo frecuente en los últimos despazamientos al estadio del Osasuna. Esta vez hará aún más frío que de costumbre, llegando hasta los 5 grados bajo cero, aunque no habrá riesgo de nieve.
Esto implica que el césped pueda congelarse en cualquier momento y, a su vez, que el riesgo de lesiones aumente considerablemente. Algo que no gustará para nada a los entrenadores, Mendilíbar y Guardiola. Sobre todo al de Santpedor por la plaga de lesiones que padece el conjunto azulgrana en los últimos tiempos.
Frío "moderado" en Leverkusen
Aunque esta última semana los termómetros en Leverkusen han llegado a los 12 grados bajo cero, para el martes que viene, cuando el Barça viaje a la ciudad alemana para disputar la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, se esperan temperaturas entorno a los 2 grados.
Además, al Allianz Arena, el estadio dónde se disputará el partido, posee un sistema de calefacción que permite mantener la temperatura del césped en condiciones óptimas.