Joan Tubau
En sus portadas de ayer Marca y As hablaban de "madrididits". Hoy Sport les ha respondido a los dos medios amigos de Florentino Pérez con datos, no con opiniones. Difícilmente puede haber "madriditis" en el Barça cuando en los últimos diez años el balance de títulos es de 21 para el Barça y 6 para el Real Madrid. Resultaría del género bobo tener madriditis, envidia, de un equipo que lleva 59 jornadas consecutivas de Liga chupando rueda del Barça y que consigue un título cada vez que el Barça se lleva 3,5.
Sport le ha dado la vuelta a la tortilla. Lo que se ha demostrado es que detrás del anunciado "fin de ciclo" blaugrana, que dura cinco años, se esconde una barcelonitis galopante, de frenopático. No encuentran la manera de revertir la situación. El Barça sigue ganando y el Madrid sigue perdiendo. El pasado año se quedó a cero títulos, en blanco. Y Messi sigue brillando y Cristiano sigue perdiendo. Florentino ficha y ficha y ficha y ni Décima, ni Liga, ni Copa ni torneo de la galleta. Y el Barça sigue ganando.
Florentino da con la solución: fichar a Neymar. Y se lo lleva el Barça. Y si antes tenía a Messi, ahora tiene a Messi y Neymar. Y casi toda la selección campeona del mundo y de Europa. Es normal que tengan sofocos y estados depresivos. Es normal que sientan impotencia. Es normal que tengan barcelonitis y es normal que busquen en los despachos lo que no saben ganar en lo0s terrenos de juego. Es normal que intenten enredar cuando ven la oportunidad de desestabilizar al Barça con lo que sea. Es así de sencillo. Pura y dura barcelonitis.
Chupar rueda tantos años resulta humillante para Florentino Pérez. Pero es lo que hay y no queda más remedio que chupar, como diría Maradona. Unos desfilan y oros miran a los que desfilan. Y en la etapa de Florentino Pérez el Barça ha tenido el privilegio de ser el protagonista que desfila y gana mientras el Madrid, otrora ganador, mira y aplaude. Aunque a veces ni eso. Los valores blancos no dan para más. En eso se ha convertido el Real Madrid, en un comparsa que al fin ha encontrado su posición en el fútbol español: la tercera plaza. Y todo, gracias al presidente Pérez. El barcelonismo nunca podrá agradecérselo suficientemente.
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