Lo que pide Guardiola para renovar

Lo que pide Guardiola para renovar

| 2012-02-09

| Administrador

Pep Guardiola mantiene una excelente relación con el Antiguo Régimen de Joan Laporta. Fue Laporta quien le puso donde está confiando ciegamente en él. Además, Pep se tiene por discícipulo aventajado del "gran maestro" Johan Cruyff y mantiene conexiones a través de su hermano con Jaume Roures, amo y señor de Mediapro y jefe de Pere Guardiola. Cruyff y Roures son los dos pilares sobre los que apoyó su gestión el ex presidente. Cruyff y Roures no son precisamente santo de la devoción de Sandro Rosell. Guardiola lo sabe y ha intentado acercarles. Con Cruyff ha sido imposible. Más por la tozudez del holandés y su obsesión por ingresar dinero del Barça en su Fundación que por una predisposición negativa del presidente. Sin embargo, Guardiola ha conseguido de su presidente que recupere el tema de la presidencia honorífica de Johan Cruyff aportando los argumentos legales que hagan falta para que la próxima asamblea ratifique el nombramiento de Laporta que Rosell ha dejado sin efecto.

Con Jaume Roures sí se ha producido el acercamiento porque, habiendo dinero por medio, todo es posible. Mediapro ha conseguido la concesión de Barça TV para explotarla a su manera y con su gente.



Pep se felicita por la aproximación de esta directiva a Mediapro y por la predisposición a limar asperezas con JOhan Cruyff. Pero todavía le falta por ver a Sandro Rosell y Joan Laporta, sus dos presidentes, abrazándose. Es la asignatura pendiente de quien ha conseguido todo lo que se ha propuesto siendo entrenador del Barcelona. Sandro Rosell sabe que un acercamiento a Laporta retirando las demandas que tiene presentadas contra él colmaría de felicidad a Pep. Pero no le puede dar esa satisfacción porque no está en su mano. La Acción de Responsabilidad Civil fue decidida por los socios en votación y, de acuerdo con los estatutos, nadie potestad suficiente para revocar la decisión. Y Pep lo sabe. Simplemente le ha pedido a Rosell que suavice sus relaciones con su antecesor sumergiéndose en el ambiente de buen rollo en el club que él intenta transmitir desde el vestuario. Un gesto del presidente podría ser la retirada de la demanda que interpuso contra él a título personal por afirmar en un libro que le había propuesto vender a Ronaldinho para repartirse una comisión de diez millones entre los dos.

Siendo cierto que se ha producido esa petición de reconciliación, hay más, muchos más motivos por los que a día de hoy Guardiola todavía no ha renovado. Buena parte de ellos tiene que ver con la continuidad de su cuerpo técnico y su equipo de ayudantes, un tema innegociable para Pep, a quien han llegado comentarios de la cúpula dirigente en torno a su "sobredimensionado" staff y a las elevada nóminas de alguno de sus colaboradores, especialmente Tito Vilanova y Manuel Estiarte. Da la casualidad de que Vilanova y Estiarte son para Pep absolutamente imprescindibles en el Barça, hasta el punto de que no se vería sentado en el banquillo del Camp Nou si no contara con el respaldo de sus dos amigos. A Pep le han dolido esos comentarios y todavía más que se pueda regatear la nómina de algún otro colaborador.



Por otra parte, Pep necesita tener la certeza de que su plantilla mantiene su predisposición a seguir sus directrices. No quiere acabar su trayectoria en el Barça con unos jugadores sumidos en la autocomplacencia, como le sucedió a Rijkaard, y antes de que se llegue a esa situación, al conformismo provocado por la saciedad de títulos, prefiere marcharse. Por eso quiere  mantener en tensión a sus hombres antes de anunciar su continuidad, que normalmente suele producirse en los meses de febrero. Y Pep espera hasta el límite porque el día que vea relajación en su vestuario, se irá él antes de que le echen los resultados. A día de hoy, afortunadamente eso no se ha producido y la renovación por un año más está al caer, dado que lo que separa al técnico de presidente se limita a flecos de fácil solución que podrían quedar liquidados antes de una semana. Antes de que el Barça vuelva a su competición, la Champions League.