La caverna recurre al baile para no hablar del 6-0

La caverna recurre al baile para no hablar del 6-0

| 2014-02-16

| Administrador

Joan Tubau

La Caverna madridista no entiende que Neymar fuera ayer el hombre más feliz del mundo volviendo al equipo y marcando un gol. Para los medios de comunicación afines, fieles y leales a la doctrina de Florentino Pérez, Neymar tenía que haber pedido perdón por marcarle un gol al Rayo. Y su celebración ha sentado muy mal. Porque aquí los únicos que pueden celebrar los goles con gestos provocadores son los jugadores del Real Madrid: señalándose a sí mismos, mostrando la pierna, haciendo callar al público rival o poniéndose la mano en la oreja para ver lo que dicen los que les silbaban e  insultaban.

Así es el lobby periodístico que a modo de aparato de propaganda se mueve en Madrid, con eco para toda España, con el fin de tener contento a Florentino Pérez. Son los mismos que encuentran normal que el entrenador del Real Madrid le meta el dedo en el ojo a un rival. Son cosas del fútbol. Pura anécdota. Cristiano Ronaldo puede mandar callar al Camp Nou. Sólo es un gesto. Pero si Neymar celebra un gol con los suyos estamos ante una provocación. La desproporción es brutal. Un gesto salvaje y antideportivo de Pepe puede pasar desapercibido. Una acción malintencionada de Arbeloa que ha visto todo el mundo, queda en un segundo plano. Pero un baile de Neymar puede llegar a ser motivo de excumunión. Se les ve mucho el plumero y su mal perder.

Un año en blanco y diez años de miserias asistiendo como comparsas a la explosión de fútbol que ha convertido al Barça en el equipo hegemónico del Siglo XXI, en color y no en blanco y negro, trastorna muchas mentes. Y cuesta asimilarlo, incluso para las mentes más cerradas. Y aquí está la prueba: para algunos creadores de opinión forjadores de la gran mentira blanca, ayer no ganó el Barça al Rayo por 6-0 con una exhibición de fútbol, ayer Neymar se burló del Rayo. ¿Se puede ser más provinciano?



Neymar no quiso ofender a nadie, sólo celebrar su gol. Ni los jugadores del Rayo ni el propio Paco Jémez le dieron al asunto la importancia que la Santa Inquisición que vela por el buen nombre del Madrid y el desprestigio del Barça le acabó proporcionando.

Florentino Pérez debería enviarles un jamón por hacer tan bien su trabajo.