Klopp, la alternativa a Benítez si Mou se va

Rafa Benítez es el hombre que casi todos los medios han coincidido en señalar como el sucesor deseado por Florentino Pérez en el caso de que Mou abandone la entidad en los próximos meses. Una debacle en Europa contra el United podría acelerar el fin de la era del luso en el club merengue y el presidente, que sabe que Benítez estaría dispuesto, tiene esa bala en la recámara.

Sin embargo, en el caso de que el actual entrenador del Chelsea no pudiera llegar, hay una segunda opción que pasa por un entrenador joven, alemán, y de un corte completamente diferente al de Benítez. Se trata de Jürgen Klopp, preparador del Borussia Dortmund.

Este técnico de apenas 45 años se ha ganado el respeto y el reconocimiento internacional después de haber hecho al Borussia doble campeón de la Bundesliga muy por delante del Bayern de Múnich. Unos éxitos que han llegado conjuntamente con un muy buen juego.

Además, sus credenciales habrían aumentado mucho después del doble partido que el Dortmund jugó hace meses contra el Real Madrid en la fase de grupos de la Champions. En Alemania el equipo de Kopp demostró ser muy sólido y sorprendió a los blancos, que cayeron por 2-1, mientras que en Madrid fue capaz de rascar un empate y casi casi de ganar (2-2).

El pase como primero de grupo ha hecho al Borussia Dortmund un candidato cada vez más firme a seguir adelante en esta edición de la Champions, y el prestigio de Jürgen Klopp va ganando cada vez más y más notoriedad. Es un entrenador que practica un fútbol vistoso, algo que hace que cuente con el beneplácito de algunos directivos merengues, aunque siempre sobrevolaría sobre su cabeza la duda de si sabría lidiar con un vestuario plagado de estrellas como es el del Real Madrid, y soportar la presión de un club como el merengue, en el que las exigencias serían mucho mayores que en el Borussia.

Algunos, como Zidane, avalan la llegada de otro tipo de entrenador en el caso de que Mourinho se vaya, como Marcelo Lippi. Técnicos de corte más autoritario pero menos dado a debilitarse ante los egos del vestuario blanco. Se mira como ejemplo la situación que dejó el portugués en el Inter de Milán cuando se marcho al Real Madrid, que ni siquiera Rafa Benítez fue capaz de controlar. En cualquier caso, el debate está servido.

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