Desde que se fue Larissa Riquelme el Mundial no es lo mismo. Ni siquiera las travesuras del Jabulani, ni esa Holanda a medio camino entre la naranja y la nectarina han logrado borrar la estrepitosa imagen de las más poderosas selecciones o el escaso número de jugadores que han sobresalido en el torneo. ¿Ozil? ¿Sneijder? ¿Suárez? ¿Schweinsteiger? El Barça es el que tiene a los mejores jugadores en Sudáfrica y la selección es la única que pone espectáculo. Del Bosque apostó ayer por Pedrito y el tinerfeño se añadió a la fiesta firmando un soberbio partido. El técnico salmantino sacó a siete titulares blaugrana ante la Alemania de Joachim Löw, la alternativa española al título (Puyol, Piqué, Xavi, Sergio, Iniesta, Villa y Pedro). O Barça 7-Real Madrid 3, si lo prefieren los más irreductibles culés. Y todo ello a pesar de Hierro, que no ha sabido como arreglárselas para minimizar la indisimulable identidad blaugrana de esta selección.
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