Dos de mayo de 2009. Pocos se podían esperar lo que iba a ocurrir. Iban a temblar los cimientos del Santiago Bernabéu y de la mismísima Cibeles. El Real Madrid había logrado parar durante dos temporadas la progresión del mejor barça de la historia pero finalmente la justicia y el buen fútbol se impusieron en una tarde mágica en el feudo madridista.
Ni Ronaldinhos, ni manitas, ni nada que se le parezca. La exhibición de fútbol que dio aquel Barça, este Barça, será inigualable por muchos partidos de fútbol que se jueguen.
Fue la primera temporada de Pep Guardiola en el banquillo del Barça y así se estrenó en el campo del eterno rival. Desde entonces el Madrid no ha podido meterle mano al Pep-team. Y es que el Madrid en su casa ante el Barça de Guardiola sólo suma un empate. El resto son derrotas, a cual más humillante. Este año no puede ser menos.