El arbitraje de Clos Gómez en el Clásico estuvo en su línea: polémico y favorecedor al FC Barcelona. En el minuto 12 de la primera mitad, el colegiado no quiso ver un claro penalti por manos de Ivan Rakitic, cuando estaba intentando despejar un córner servido por Luka Modric. La pena máxima fue tan, tan clara, que incluso el catalán Gerard Piqué levantó la mano como si no hubiera un mañana para pedir que lo señalizara.
Cristiano Ronaldo estaba claramente en disposición de adelantar al Real Madrid en el marcador, pero Ivan Rakitic despejó el esférico con la mano. Esto, además, llegó minutos más tarde de que tampoco decidiera pitar un penalti clarísimo de Javier Mascherano sobre Lucas Vázquez, el cual se acabaría quejando en zona mixta: "No la he visto en imágenes, pero mi sensación en el campo es que Mascherano me hace un penalti clarísimo".
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