El partido fue igualado en todo momento, con ciertas ventajas a favor del Caja Laboral que nunca fueron superiores a 10 puntos.
En el tercer cuarto, Ricky Rubio encontró el ritmo necesario para dirigir a los suyos y Navarro cargó con toda la responsabilidad, con más voluntad que acierto, para culminar la remontada y colocar al Regal Barça por primera vez en el encuentro por delante en el marcador (50-51 min.29).
El Regal Barça se encomendó al tiro exterior para tratar de escaparse en el marcador pero el desacierto constante desde más allá de 6,25 permitió a los vitorianos conseguir una mínima ventaja en el ecuador del último período (60-55 min.30). El Caja Laboral pudo sentenciar pero primero Sada y, luego, Lorbek anotaron dos triples que mantenían con vida a los azulgrana.
La igualdad era máxima pero un parcial de 5-0 culminado con un triple de Ribas en el último minuto dejaba en bandeja el triunfo a los vitorianos. Navarro se resistía a entregar el título y anotó un triple espectacular que volvía a meter en el encuentro al Regal Barça (66-64 min.40).
El protagonista de los últimos quince segundos fue un Terence Morris que empató el encuentro 66-66 y en la acción posterior taponó a Eliyahu, en una acción muy protestada, cuando lo tenía todo de cara para anotar.
El partido se decidió en una prórroga no apta para cardíacos. Splitter tomó las riendas del encuentro y demostró ser un jugador imparable en la pintura. La respuesta azulgrana, a cargo del joven Rubio que con una entrada y un triple desde la esquina ponía el encuentro de cara para los de Pascual (70-75 min.45).
El Regal Barça tenía salvado su primer match ball al alcance de la mano pero el Caja Laboral no perdió la fe y dispuso de la última posesión con 76-78 en el marcador después que Basile errara uno de sus dos tiros libres. San Emeterio fue el encargado de ejecutar la última acción y consiguió anotar un sorprendente 2+1 a falta de 0.5 segundos que condenaría a los de Pascual y dejaba el título en Vitoria.