En la gala del premio 'The Best', organizada por la FIFA, se cumplieron los pronósticos, y Cristiano Ronaldo fue proclamado de forma injusta y escandalosa como el mejor jugador del mundo. En el Barça todo el mundo estaba prevenido de que el premio no iba a ser para Messi -ni el argentino ni ningún compañero viajaron a Zúrich-, pero resulta que el mayor robo que se dio en el transcurso de la gala no tuvo nada que ver con la designación del mejor futbolista, sino con un huerto literal que dejó a todo el mundo boquiabierto.
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