El referendum del Camp Nou sigue en pie con el presidente suplente
El referendum para la remodelación del Camp Nou, que ha confirmado Bartomeu en su presentación como presidente, va a ser uno de los caballos de batalla que va a enfrentar a la actual junta directiva sin Rosell con los candidatos que en breve irán apareciendo para posicionarse en la galaxia de las elecciones barcelonistas.
El barcelonismo no rosellista considera que, aunque los estatutos lo permitan, éticamente esta junta directiva debería dimitir al término de la presente temporada por cuanto los socios votaron a Sandro Rosell y a su junta. No a la junta y también a Rosell. El hecho de que el presidente haya marchado deja en una posición delicada a los que se quedan, que se han propuesto abordar proyectos de elevadísimo coste económico que pueden no ser compartidos por los futuros candidatos a la presidencia. Y el tema del Camp Nou es uno de ellos.
Ya sin Rosell, cuyo personalismo generaba un rechazo proporcional a las adhesiones que recibía, Bartomeu tiene una oportunidad histórica para consensuar con el entorno de candidatos los pasos que se van a seguir con el nuevo Camp Nou. Especialmente porque el futuro presidente a lo mejor no tiene interés en invertir nada en el Espai Barça que estaba incluido en el programa de Rosell o no comparte la idea que tiene esta junta sobre el Palau, el Ministadi o el modelo de Camp Nou propuesto.
Todo lo que exceda del mandato que concluye en 2016, que en principio tiene previsto agotar Bartomeu merece una reflexión profunda y serena.
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