Joan Tubau
En su conferencia de prensa de esta tarde Jordi Cases ha dicho que “el juez Ruz tardó mucho en recibirme y después de esperar mucho y enfrentarme con el secretario, que también es del Madrid, el ‘Gürtel’ me dijo: ‘Pase p’a dentro’. Me dijo que si estaba insinuando que las filtraciones salían de ese juzgado. Le dije que no. Me imagino que si lo teníamos las tres partes, la cosa vendría del Barça”.
Es una afirmación que conviene analizar. Se abre la posibilidad de que la filtración del contrato de Neymar saliera del propio club. No existen pruebas, pero, como dice el socio demandante, esa información sólo la poseían el juez, el propio socio Jordi Cases y el FC Barcelona. Abundando en el tema, el receptor de la información, Eduardo Inda, ha querido advertir a quien quisiera escucharle que el bombazo real, más que la documentación filtrada, sería hacer público el nombre del filtrador.
Todas las hipotesis están abiertas. Existe la via de la propia Audiencia Nacional y del juez madridista encargado del caso. También cabe la posibilidad de que haya sido el socio demandante, Jordi Cases, dispuesto a todo con tal de hacer saltar a Rosell. Pero no debe descartarse la tercera vía, la que supone que la documentación a la que tuvo acceso Eduardo Inda partiera del propio FC Barcelona.
No existen pruebas, pero hay quien contempla esta última posibilidad y apunta a un directivo con galones como supuesto autor de la filtración, algo que no puede afirmarse con rotundidad porque a día de hoy no se puede probar. Pero lo que es innegable es que la figura de este directivo genera desconfianza entre sus propios compañeros de junta.
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