Un segundo después de que Iniesta marcara el gol más importante de la historia del fútbol español en el Soccer City Stadium de Johannesburgo, el mundo entero pudo comprobar la grandeza humana de este futbolista nacido en Fuentealbilla y hecho deportista en La Masia del FC Barcelona. Todavía estaba alojado el balón en la portería de Holanda, cuando Andrés levantaba su camiseta de la selección para acordarse de su amigo Dani Jarque en el momento más importante de su vida deportiva. Un recuerdo emocionante que desvela la gran verdad de esta selección campeona del mundo: es el mejor equipo de fútbol de mundo, sí. Y también un inmejorable grupo humano. Y una cosa sin la otra no funciona. Para ser campeones hay que ser los mejores en todo.
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