Por ello, y porque ya demostró este verano que es capaz de agujerear la puerta de Casillas, David Villa tiene que aprovechar los minutos de que disponga para demostrar quién es el 7 de España. Si lo consigue, podrá cerrar, por lo menos por un tiempo, el debate sobre su papel en el Barcelona. La titularidad de Isaac Cuenca y Alexis Sánchez parecen haberlo relegado, durante unos partidos, al segundo plano.
Villa fue ansiado en su día por Florentino Pérez, pero el Valencia dejó al empresario con un palmo de narices cuando lo retuvo. Sus cheques no compraron gol y el magnate tuvo que desembolsar ingentes cantidades en otras figuras que han tardado en cuajar. Hoy es el día para que el Guaje se luzca ante el palco madridista y, si se marca el detallazo, se bese el escudo ante la parroquia merengue. Puxa Guaje!