"Desde la Junta se quiere perseguir la práctica fraudulenta de la reventa", ha expresado Toni Freixa, que ha explicado el procedimiento que ha seguido el club para enfrentarse a este problema que ya dura demasiado y que deja a muchos aficionados realmente interesados en presenciar los partidos sin poder disfrutar del espectáculo en directo. Las alarmas saltaron cuando se produjo una gran diferencia entre entradas vendidas y viajes en avión contratados, lo que hizo sospechar seriamente al club. Más aún recordando que en el último desplazamiento a Milán se pudo comprobar que muchos aficionados italianos vieron el partido entre los barcelonistas.
Dado que la situación podía repetirse, el club comprobó las entradas adquiridas para San Siro con las compradas para Leverkusen, en lo que se encontró un cruce de 180 tiquets. El club anuló esas entradas para proceder a un control en la entrada del estadio. Los que no pudieron entrar fueron interrogados sobre el origen de las mismas. Si se trataba de aficionados alemanes no se les dejaba entrar ya que las normas de la UEFA no lo permiten. Si se trataba de aficionados barcelonistas no se oponía ningún problema. Ahora, la lista de socios que figuran en la adquisición de esas entradas se pondrá a disposición del Comité de Disciplina y se llevarán las medidas necesarias a cabo con los implicados. "Es el organismo que convocará una reunión para abrir expedientes", ha apuntado Freixa.
Esta situación se está repitiendo con asiduidad en los últimos meses y más en los tiempos que corren, pero eso no son argumentos para dejar a quien realmente desee acceder al estadio con su cometido. Cabe recordar que el club en estos casos abre listas para posteriormente realizar sorteos entre los inscritos. Muchos de ellos se apuntas únicamente para revender la entrada en el caso de ser agraciados con el número. De momento se ha encontrado un pequeño remedio para un momento concreto, pero queda mucho para eliminar un problema tan antiguo como inevitable
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