Mientras Wenger lucha por retener a su capitán, en la Ciudad Condal se respira tranquilidad. En la entidad barcelonista saben que será propio jugador el que decida su futuro, por lo que esperan que Cesc aclare su salida con el técnico francés. Sin embargo, Arsène Wenger sigue sin dejar marchar a su jugador estrella y no quiere sentarse a negociar.

Ya queda lejos la última y única oferta de 35 millones que envió por escrito la junta presidida por Joan Laporta antes de abandonar su cargo. Tras las elecciones, las conversaciones han sido por intermediarios o vía telefónica y los contactos han sido mínimos. El siguiente paso de Cesc debe ser clave y será entonces cuando Rosell hará un último esfuerzo económico para incorporar al crack de Arenys de Munt.