La Liga ya ha entrado en el tramo decisivo, y los equipos empiezan a hacer cuentas para valorar sus expectativas en la tabla de la clasificación. Con el campeón todavía por decidir -Barça y Atlético siguen empatados a puntos con el Real Madrid tercero-, en las últimas jornadas se ha avivado la lucha por evitar el descenso. Hasta ocho clubes se juegan la permanencia en los dos partidos que restan al campeonato, y da la casualidad que dos de ellos son los rivales con los que tienen que enfrentarse los culés. Desde Can Barça no se fían ni un pelo. Lo único que les separa de revalidar el título doméstico es vencer al Espanyol en el Camp Nou y sacar un triunfo en el estadio del Granada. Dos objetivos aparentemente sencillos que se complican gravemente al estar ambos amenazados de descender. Luis Enrique espera que tanto los periquitos como los andaluces salgan extramotivados para intentar la hazaña de vencer al Barça.