A Sergio Ramos, como capitán del Real Madrid, no le hizo ninguna gracia la amenaza pública de James Rodríguez amenazando con dejar el Real Madrid en siete días en vista de que Zidane no cuenta para nada con él. Públicamente Ramos le envió un recado: "No es el día para cuestiones personales....Le tengo especial aprecio y espero que se quede, pero hoy no era el día para hablar de esto. Insisto en que no soy nadie para opinar de un tema personal de James. Deseo que esté siempre con nosotros pero cada uno decide su futuro. Pero hoy es un día para estar satisfecho y contento y no centrarnos en otras cosas". Pero al margen de la reprimenda pública, hubo otra en privado y más dura, que posiblemente acabó de decidir a James en su decisión de dejar el Real Madrid. Si además de tener en contra al entrenador, también le fallan sus compañeros, los minutos de James en el Real Madrid están contados a poco que alguno de los cinco clubs interesados hasta ahora por él, acuerde con el Real Madrid unas condiciones de traspasado dentro de los parámetros que exige Florentino Pérez (60 millones de euros).
Comenta con Facebook