Neymar parece haber girado las tornas este año. El jugador brasileño está destacando en el Barça esta temporada, con actuaciones individuales espectaculares y exhibiciones en cada partido. Aporta goles y asistencias al equipo, además de jugadas de videoteca de una calidad extrema. En cambio, con su selección sus actuaciones son más discretas, hasta el punto que Brasil ha estallado contra el delantero azulgrana. Antes rendía más con la ‘canarinha’, y ahora es al revés. Y encima se está ganando en su país la fama de marrullero, ya que está más tiempo metido en trifulcas que jugando al fútbol. Y es que los datos son demoledores para Neymar. Desde que Dunga volvió a coger las riendas de la selección, el del Barça ha visto más tarjetas que goles ha marcado con Brasil. Son cinco amarillas y cuatro goles en diez partidos jugados. A estas cifras hay que sumarle la sonada expulsión en la pasada Copa América ante Colombia, por el que fue suspendido con cuatro partidos. Su última amonestación, una entrada muy fuerte al tobillo del uruguayo González, le hará perderse otro partido más porque acarrea suspensión, y ha sido la gota que ha colmado el vaso para los brasileños.