Sergio Ramos ha entrado en el club de los treintañeros del Real Madrid, en el que hasta ahora sólo formaban parte Pepe, Arbeloa y Luka Modric. El camero ha cumplido tres décadas de edad con los suyos y para celebrarlo ha contado con un regalo muy especial, teniendo en cuenta su temporada en el club blanco. Y es que el central tiene motivos para celebrar: ha dejado por fin atrás los problemas de lumbalgia que le obligaron a dejar la concentración de la selección española. En el partido ante Italia en Udine tuvo que ser sustituido en el descanso e hizo saltar las alarmas de más de uno. Sin embargo, el capitán blanco ha tirado adelante y ya se ejercita junto a todo el grupo. Zinedine Zidane sigue muy pendiente de su evolución, y a no ser que recaiga de sus dolencias, Ramos tendrá un sitio en el once inicial para enfrentarse al Barça en el Clásico de este sábado. El '4' merengue y Pepe serán con mucha probabilidad la pareja de centrales elegida por el técnico galo.

Su peor temporada como blanco

La noticia viene como agua de mayo para el central, que está viviendo su peor temporada en el Real Madrid desde que llegó en 2005. Sus lesiones en el hombro y en el gemelo, además de algunas sanciones, han hecho que el camero se pierda hasta 16 partidos esta temporada. Y a pesar de que su equipo no ha acusado la ausencia de su capitán -14 victorias, dos empates y ninguna derrota-, el sevillano siempre es un seguro en la defensa. Es por eso que Zidane ha decidido darle toda la confianza para el partido del Camp Nou. Será el Clásico número 32 de Ramos, que va sobrado de experiencia en los encuentros contra el Barça. Si hay algo por lo que destaque el capitán en este punto, es por su entrega.