Sergio Portales
Suma y sigue. En el Camp Nou ya se encargó
Clos Gómez de mirar hacia otro lado cuando
Sergio Ramos envió por los aires a
Leo Messi en una entrada de tarjeta roja directa que ni mereció la más mínima
amonestación. También se encargó de evitar que las flagrantes manos de
Sergio Ramos y Carvajal dentro del área se convirtieran en
penalti. Pero lo que fue un
robo al Barça no se queda ahí. el serial tiene su continuación en esta Liga falseada por los árbitros y "peligrosamente preparada para que la gane el Real Madrid" en el minuto 95 o en el 245 si es preciso.

De entrada,
Sergio Ramos no debió jugar el sábado ante el Deportivo si llega a ser sancionado com0 merecía en el Camp Nou por su
criminal entrada a Messi. Y de haberse comportado el árbitro con la imparcialidad que se espera de un colegiado de LaLiga, Sergio Ramos ni hubiera marcado el gol del empate en el Camp Nou ni el de la victoria en el Bernabéu ante el Deportivo, que también llegó en el tiempo de prolongación después de agredir ante las narices del árbitro a un jugador del Deportivo sin recibir el castigo correspondiente, que debió ser de roja directa. Si Ramos hubiera sido expulsado, no hubiera subido al marcador el tercer gol del Real Madrid.
La vergonzosa redacción del acta del árbitro Real Madrid-Deportivo
Para mayor vergüenza de
Jaime Latre, el colegiado de ayer en el Real Madrid-Deportivo, el redactado del acta le saca los colores y pone de manifiesto que existe un interés evidente entre la clase arbitral para que el equipo blanco gane la Liga después de tantos años de abstinencia. Sólo así puede entenderse lo que dicho colegiado escribió ayer en el acta refiriéndose a la jugada de la
agresión de Sergio Ramos a un jugador del Deportivo a medio metro de donde él se encontraba: "En el minuto 85 el jugador (4) Ramos García , Sergio fue amonestado por el siguiente motivo: Discutir con un contrario sin llegar a insultos ni a la amenaza". Efectivamente, no hubo insultos ni amenazas. Tampoco discusión Sólo fue una agresión pura y dura que, de haberla protagonizado, por ejemplo, Luis Suárez, le hubiera significado la tarjeta roja directa, pero está visto que el Real Madrid necesita ayuda externa para resolver partidos, como el del Deportivo, que no sabe cómo ganar de forma lícita y legal.

Juzgad vosotros mismos esta imagen capturada en twitter que explica con claridad que, efectivamente, no hubo ni amenazas, ni insultos. Ni siquiera discusiones entre Sergio Ramos y los jugadores del Deportivo. Impagable también el papelón que le toca hacer a Lucas Vázquez en el Real Madrid de Zidane. Por lo visto el chico no da para más y el técnico francés lo utiliza para sacar de quicio a sus rivales con sus marrullerías. Lo denunciaron Piqué y los jugadores del Barça y ante el Deportivo se ha podido comprobar cuáles son los valores de este tipo. Sus puñetazos a los rivales tampoco tuvieron el castigo que merecieron. Sencillamente lamentable.
Un líder bajo sospecha. De robo en robo y tiro porque me toca. Y así se escribe la leyenda del Real Madrid invencible. Como diría Mourinho: "A mí me daría vergüenza ganar así".