En su época de benjamín en el
Real Madrid, Nacho Fernández tenía un serio problema de transporte para acudir a todos los entrenamientos del equipo blanco benjamín en el que estaba enrolado. En condiciones normales, ningún entrenador habría aceptado en su plantilla a un jugador que no puede estar presente en todos los entrenamientos.
Del Bosque, entonces vinculado al
Real Madrid, entendió que el problema no estaba en la ilusión del chaval sino en circunstancias de fuerza mayor que le impedían su presencia en la ciudad deportiva madridista. Y buscó la mejor solución para todos cediéndole al
Alcalá de Henares. localidad en donde habitaba, lo que le permitió ejercitarse sin falta con sus nuevos compañeros y ganarse su regreso al Real Madrid en los partidos con su excelente rendimiento.
Una vez superados los problemas que tenía con el transporte, Nacho volvió al Real Madrid para quedarse protagonizando una meteórica progresión que le llevó al primer equipo y a la selección asboluta. Del Bosque estuvo muy pendiente del tema poniendo especial cuidado de que la joven promesa no pudiera desvincularse del Real Madrid, lo que prueba la fe que el ex seleccionador tenía depositada en sus posibilidades.
Aunque no tiene rango de titular en el Real Madrid ni tampoco en la selección española, Nacho es una pieza vital en la defensa blanca por la confianza que ofrece como recambio para el eje de la zaga y también para el lateral.