Está claro que el engaño, el teatro y la exagerada dramatización es uno de los principales valores que rigen en el seny culé. Busquets, Pedro o Piqué lo han llevado a la práctica, peor si alguien se lleva la palma ese es Dani Alves, el cual se ha ganado a pulso compartir escenas que pasarán a la historia del celuloide como las peores dramatizaciones del mundo del fútbol.
Así, el periodista John Leicester no ha dejado cojo al futbolista culé tras la gran mentira que coaccionó la disputa de las pasadas semifinales de la Champions League, contando lo siguiente en su artículo:
"Alves, semifinales de la Liga de Campeones, 27 de abril. Piensen en la escena de la muerte de Willem Dafoe en 'Platoon'. Gritando, con la boca abierta, el defensa del Barcelona cae acrobáticamente al suelo, agarrándose la pierna derecha, después de que él y el jugador del Real Madrid Pepe lucharan por un balón suelto con las piernas en alto. Como en la película de Zapruder sobre el asesinato de John F. Kennedy, las repeticiones a cámara lenta fueron escrutadas en todo el mundo en busca de pistas. ¿Tocó realmente Pepe a Alves?"
"La repetición 'post-mortem' ofrecida por el Real Madrid, casi 'frame' a 'frame', sugiere de forma convincente no sólo que Pepe es inocente, sino que Alves no fue el único jugador del Barcelona que sobreactuó esa noche".
"El árbitro Wolfgang Stark expulsó a Pepe. Entonces, Messi marcó dos goles. Y eso, en gran medida, selló la plaza del Barcelona en la final, que también ganó. Aquella acción cumplió todos los requisitos exigidos al fingimiento en el fútbol. Debe ser engañosa y efectiva y, de ser posible, ser representada en el mejor escenario".
La dramatización de Alves ya no es solo cuestión de la ‘Central Lechera’, todo el mundo lo veo. El brasileño es una de esas lacras del fútbol que nunca terminarán de extinguirse. La escuela de dramatización del Barça estará contenta por la candidatura de su jugador, pero la verdad es que deberían de tomar nota y enseñar verdaderos valores en su escuela, y no la mentira y el embuste como fiel reflejo de su seny.