Y es que mientras en Barcelona se cubren de gloria asegurando que son el mejor equipo del mundo, el que más valores tienen y unas cuantas calificaciones dudosas más, lo cierto es que lo único que existe en can Barça es la hipocresía y la censura. Resulta que en el viaje de vuelta Manel Estiarte ha estado un buen rato hablando con el padre de Piqué por la situación que está pasando en este momento. Los fallos en el terreno de juego vienen acompañados de una serie de despistes en la vida diaria que no gusta nada al club.
Primero fue un pequeño olvido cuando se dejó el pasaporte en el autocar en uno de los últimos desplazamientos del equipo. Ahora ha sido la puerta de su coche, que no se limita a un pequeño accidente. Resulta que el central de olvidó una bola, se fue a buscarla y dejó la puerta abierta del vehículo, lo que provocó el "accidente". Es decir, tres despistes que cuestan la puerta de un coche, por suerte para él.
Por eso Estiarte ha ejercido de portavoz del club y le ha dado el toque al padre del jugador. Las cámaras de TV3 han captado toda la conversación, pero esos que tienen tantos valores y que respetan tanto la verdad y justicia en el deporte ha suplicado que no se emitieran ya que podría dañar seriamente al club.
Como decíamos, esto es lo que ocurre realmente en el club que se pasea con la cabeza alta presumiendo de valores y buenas maneras. De lo que deberían presumir es de ser los más falsos y los que mejores artes tienen para silenciar a los demás. El club no quiere que las imágenes trasciendan pero la información se ha filtrado como el agua. Va a ser que las cosas en can Barça no van tan bien...