El frio y un rival enrachado no parecían condicionantes suficientes para poner en aprietos a este Real Madrid. Los madridistas han vuelto a sellar una nueva victoria en el campeonato doméstico que le da aún más moral en su lucha por hacerse con el título liguero.
Un partido gélido, con continuas interrupciones, que el Madrid supo dominar de principio a fin, pero que le faltó rematar. Pese a que la primera ocasión del encuentro fuera para los azulones, en las botas de Abdel Barrada, los madridistas supieron poner el guión necesario a un partido complejo. Velocidad, buscar espacios, y balones a la espalda de la defensa getafense para que los atacantes blancos hicieran de las suyas. Los zagueros locales no sabían cómo parar las ofensivas merengues, y Miguel Torres y Cata Díaz sufrían de lo lindo con Cristiano y compañía, llegando al límite en sus acciones.
Fruto de un saque de esquina llegaría el primer tanto de la noche, el cual que pondría tranquilidad en la parroquia madridista. Saque de esquina de Özil desde el frente izquierdo del ataque blanco que remata sensacionalmente Sergio Ramos en el área, para con un giro sublime de cuello poner el balón donde no podía llegar Moyá. Minuto 17 y el partido se ponía de cara. El camino estaba marcado.
El tanto blanco escoció a los getafenses, que no supieron reaccionar, más bien al contrario, sufrieron de lo lindo con un Madrid volcado que tenía todas las ocasiones. Los merengues tocaban, le daban sosiego al partido, la tranquilidad necesaria que da jugar con el marcador a favor, pero no finalizaban. Los minutos de la primera mitad se consumían, y los locales solo supieron crear algo del peligro al final, pero sin más. Los merengues se podían marchar tranquilos a los vestuarios.
Tras la charla de los entrenadores el partido parecía seguir con la misma tónica de la primera mitad. Dominio del Madrid y el Getafe sin ideas, pero poco a poco los locales pusieron más y más ganas, querían demostrar que no iban a tirar la toalla a las primeras de cambio. Pese a ello, la defensa madridista se mostró muy segura a lo largo de todo el encuentro y disipó cualquier tipo de peligro sin mayores problemas.
El Madrid tuvo varias ocasiones claras en la segunda mitad para ampliar el marcador, pero Cristiano, Benzema y Özil no tuvieron suerte de cara a puerta. Unas veces Moyá y otras el infortunio se cruzó en sus caminos. Pese a estas oportunidades visitantes, el Getafe se mantuvo vivo hasta el final, aunque sin claras ocasiones de gol y con uno menos, ya que Masilela se lesionó cuando faltaban 15 minutos y habían agotado los tres cambios, lo que impidió la remontada.
Este nuevo triunfo da buena cuenta de que este equipo va fallar poco, muy poco, y que sus rivales tendrán que esperar que los astros se confabulen para que se desinflen las ilusiones blancas de ganar el título liguero, el cual cada vez se ve más cerca.