Descubre la virtud de Mascherano que convenció a Guardiola para ficharle

Fue la prueba definitiva. Guardiola no necesitaba informes para convencerse de que el capitán de la albiceleste es un pedazo de futbolista que desarrolla una labor incansable en el centro del campo. Pero necesitaba tener constancia de que no le sucedería con él lo mismo que con Ibra. Quería confirmar que Javier no va de divo por la vida y que entendería que tendría que competir con tres campeones del mundo por un puesto en la titularidad.

Messi y Milito le hablaron muy bien de él, pero no acabó de convencerse hasta que fue el propio jugador quien se lo dijo. Ayer, en la rueda de prensa de presentación, volvió a confirmarlo: "sería de necios pensar que lo voy a jugar todo" y recordó que tiene muy claro que debe competir con "tres campeones del mundo. Es un orgullo poder aprender de ellos y crecer con ellos. Será el entrenador el que decidirá donde juego. Cuando me necesite me tendrá". Mascherano destiló humildad por los cuatro costados, justo lo que espera Guardiola de él, que se integre y que se deje la piel por el bien del grupo.

Para Guardiola es vital que el ambiente del vestuario sea perfecto. Tan importante o más que la calidad que pueda verse sobre el césped. Él sabe que el buen juego nace de la armonía del grupo y después de los traumas de Eto´o e Ibrahimovic, Pep no quiere más sobresaltos.