Fede Peris
Eric Abidal no ha sido justo con el
Barça. Lo ha vuelto a demostrar en una entrevista concedida a
L´Equipe para esparcir porquería contra el club que se le dio todo y al que ha respondido de manera ruin y sectaria.
Eric Abidal fichó por el Barça en 2007 y ofreció un excelente rendimiento hasta que un cáncer de hígado truncó su carrera. Su operación, a vida o muerte, mantuvo en vilo al barcelonismo, que le mostró su adhesión y solidaridad desde todos los ámbitos para superar su operación de trasplante de hígado. La directiva del club, entonces presidida por
Sandro Rosell le garantizó su continuidad en el club pasara lo que pasara. Y lo que pasó es que
Abidal venció a la enfermedad, pero a sus 34 años, ya no era el mismo jugador que durante cinco años ofreció un excelente rendimiento. El club lo mantuvo en su plantilla a pesar de que ya en su última temporada apenas disputó cinco partidos y de manera simbólica.
Quiso seguir en la plantilla del Barça sin tener nivel
Llegó el momento en el que concluía su contrato. Y la directiva de
Sandro Rosell le comunicó que como enfermo, contaba con todo el respaldo de la entidad, pero en ese momento, ya recuperado y con 34 años, no podía regalarle un retiro dorado en su plantilla porque su nivel ya no era el que exigía el entrenador.
Zubi acababa de fichar por esa época a un lateral izquierdo joven y con proyección,
Jordi Alba, que ofrecía más garantías que él, y a
Abidal el club le abrió las puertas para que eligiera el trabajo que más le gustara si decidía colgar las botas, dejándole claro que como futbolista del primer equipo no podía continuar en la plantilla blaugrana sencillamente porque ya no daba la talla.
Abidal rechazó la oferta de trabajo del club por considerar que seguía siendo apto para el fútbol, algo que no coincidía con la opinión del cuerpo técnico dirigido entonces por
Tito Vilanova, y la directiva hizo caso a sus técnicos.
Abidal protagonizó una absurda rueda de prensa lacrimógena negándose a entender que el paso del tiempo y los efectos de la enfermedad le impedían seguir en el B
arça. Fue entonces cuando
Rosell le dijo públicamente que siempre tendría las puertas abiertas para trabajar en el
Barça cuando decidiera abandonar el fútbol.
La pataleta de Abidal
Abidal se sintió humillado y se fue al
Mónaco convencido de que seguía siendo un fenómenos a los 34 años y con la intención de disputar el
Mundial con
Francia. Pero en Mónaco tampoco rindió al nivel de su pasado y, por supuesto, la selección francesa pasó de él. Obsesionado con que todavía era apto para el fútbol profesional, hizo las maletas y se marchó al
Olympiakos, en donde al fin entendió que ya no estaba para muchos trotes a sus 36 años y después de jugar 9 partidos decidió retirarse a media temporada. Toda su trayectoria posterior a su salida del Barça confirmó que no era un jugador apto para vestir de blaugrana. Él mismo le dio la razón a los que le aconsejaron entonces retirarse. Pero prefirió arrastrarse.
Entre el Barça y el Olympiakos prefirió a los griegos
Fue entonces, una vez retirado, cuando le llegó una nueva oferta para volver al
Barça, como enlace del primer equipo con la directiva, como miembro del staff técnico del fútbol base o para desarrollar algún cargo en la Fundación del Club. Y
Abidal, despechado, respondió que prefería aceptar la oferta del
Olympiakos. Así lo explicaba la noticia de EFE: "El exjugador del Barcelona
Éric Abidal aseguró hoy que ha rechazado la oferta de incorporarse a la estructura del club azulgrana y que ha decidido aceptar la recibida por parte del griego
Olympiakos, su último club como profesional.
Abidal, que hace un par de meses se retiró del fútbol profesional, indicó a la revista "France Football" que el plan propuesto por el conjunto heleno le deja más tiempo para ocuparse de su propia fundación. "No es un trabajo de 24 horas. Recientemente fui a ver a un patrocinador en Suiza para el
Olympiakos y aproveché para hacer lo mismo para mi fundación. Me piden estar en Atenas cuatro días al mes. Así que la respuesta va a ser positiva. Se lo había prometido", señaló el jugador francés.
El presidente azulgrana,
Josep Maria Bartomeu, le había ofrecido dos puestos: trabajar para las escuelas de fútbol del club o convertirse en el nexo de unión entre la primera plantilla y la junta directiva.
"
Messi conoce al presidente. No me necesita para ir a verle", dijo en referencia a esa segunda posibilidad, mientras que de la primera consideró que el hecho de que requiera viajar tanto no le iba a dejar tiempo ni para su fundación ni para su familia.
En el
Olympiakos, en cambio, le han solicitado que se ocupe de la mercadotecnia, los patrocinios, la formación de pretemporada y hacer de nexo entre la academia del Olympiakos y la suya, lo que aseguró que le resulta "más fácil".
Se compromete con una minoría del Barça
Es decir, que para
Abidal pesaron más cinco meses de actividad en el
Olympiakos que seis años en
Barcelona, en donde recibió el cariño de todos. Lo cierto es que
Abidal despreció la oferta del Barça y sólo reapareció cuando saltó del club griego y se enroló en la candidatura perdedora de
Joan Laporta en las últimas elecciones representando a un sector minoritario de la masa social del club. Abidal se equivocó, o le engañaron. vendiéndose a un candidato. Su recuerdo era de todo el barcelonismo, no de un candidato.
Abidal nunca debió prestarse a ser protagonista en las elecciones enfrentándose a otras facciones del barcelonismo, porque el barcelonismo en masa estaba con él.
Aún así, Bartomeu le ofreció una alianza de la Fundación del
Barça con la suya para afrontar causas solidarias. Y él no desperdicia ninguna oportunidad para echar pestes por el
Barça anunciando que le echaron del club.
Abidal sabe que si se hubiera retirado en el
Barça, ahora estaría trabajando en el club en donde él quisiera. Prefirió seguir jugando, y el club le repitió que cuando se retirara tendría las puertas abiertas del Camp Nou. Pero él insiste en hacerse el ofendido.
Sigue ofendido porque no le dejaron seguir jugando en el Barça
Ahora ha vuelto a decir sobre el día de su marcha del club "ese día lloré mucho en la conferencia de prensa. L
os antiguios dirigentes no hicieron nada, ninguna oferta para que continuara vinculado al club. El fútbol y el
Barcelona eran toda mi vida. Pero mi historia allí terminó y tuve que marcharme. El club, al que tanto amé, no me hizo ninguna oferta para que continuara. El único responsable es el antiguo presidente del
Barcelona. A mí me gustaría que el respondiera. Preguntarle a él. Vive en Catar".
Delante de todos los periodistas
Rosell le dijo en esa rueda de prensa que si se retiraba podía quedarse en el club. Pero él quería jugar. Quería un plan de jubilación a su medida haciendo ver que era futbolista. Y miente. Y ha estropeado la buena imagen que dejó mientras cobró del club como futbolista.