La trama de la sanción de Messi urdida por la FIFA tiene nombres y apellidos: Wilson Seneme. Todas las alarmas saltaban el pasado martes cuando la FIFA hacía oficial la sanción de cuatro partidos contra Leo Messi por unos supuestos insultos al colegiado. A medida que han ido pasando los días se ha ido descubriendo cómo la FIFA ha urdido esta surrealista sanción que pone de manifiesto la mafia que tiene este organismo y cómo mantienen una persecución contra el mejor jugador de la historia.
La trama contra Messi de la FIFA
Ante la v
ergonzosa decisión de la FIFA, surgen muchas preguntas: ¿Quién está detrás de la decisión de la FIFA?
¿Quién presionó para que se impusiera un castigo cuando el acta arbitral ni siquiera recogió los supuestos insultos de Leo? Desde Argentinoa, el diario 'Olé' ha adelantado el nombre y el apellido del, desde ya mismo, enemigo eterno del crack azulgrana: Wilson Seneme. Desde Olé aseguran que fue el brasileño
Wilson Seneme, presidente de la Comisión de Árbitros de la Conmebol, quien movió hilos para que a Messi le cayera una sanción. No es de extrañar que sea un brasileño quién haya urdido esta situación. Así lo explican desde Argentina:
Tras el partido de la discordia, que además ganó la selección argentina,
los árbitros realizan el informe y en él no incluyeron los supuestos insultos de Messi hacia ellos. Larrionda, enviado del estamento arbitral en ese partido, tampoco recoge nada de nada. Supuestamente,
Seneme llamó a Larrionda para advertirle de que habían habido insultos de Messi y que mandaría el vídeo del partido a la FIFA. Además,
le pidió que modificara su informe. Ahí está la clave.
Wilson Seneme, el enemigo de Argentina
La
FIFA aprovecha este informe para justificar que no entra de oficio, a pesar de que si lo ha hecho de forma indirecta con al llamada de
Seneme. A partir de ahí, el asistente al que supuestamente insultó Leo dice que en directo no escuchó nada pero que, visto por televisión, tiene claro que Messi le faltó al respeto. Así pues,
los árbitros también modifican su informe, un escenario perfecto para la FIFA para intentar disimular su escandalosa decisión.