Carlos Muñiz
El Real Madrid ha echado por tierra las ilusiones del Barça y del Sevilla, que se las prometían muy felices cuando a poco más de media hora del final del partido el Villarreal vencía a los blancos por 2-0. Un arreó final con aroma de gran remontado ha permitido al equipo de Zidane mantener el liderato y el comodín del partido de Vigo para seguir mirando a sus perseguidores por el retrovisor. Otra vez será. Este líder es mucho líder como para dejarse escapar su ventaja a las primeras de cambio. Ha sido el triunfo de la fe, del coraje, del orgullo. El Real Madrid ha sacado su ADN y ha desarbolado al Villarreal en 20 minutos memorables.
Providencial Keylor Navas
En la primera mitad el Real Madrid ha salido dispuesto a plantarle cara al Villarreal con sus mismas armas y con su mismo espíritu de lucha. Nada que objetar a los hombres de Zidane, que han corrido y presionado como le gusta a su entrenador, pero lo que ha empezado siendo un partido de toma y daca, lo que habitualmente favorece al Real Madrid y la pegada de sus delanteros, ha acabado siendo un encuentro en el que el Villarreal llevaba la iniciativa dominando en el centro del campo y llegando a puerta con facilidad. Las ocasiones han dejado de sucederse ante la portería de Asenjo, que ha tenido que ser sustituido mediado el primer periodo, y el submarino amarillo ha obligado a Keylor Navas a aparecer. El portero costarricense ha sido sin duda el mejor hombre del Real Madrid salvando en la primera mitad tres disparos del Villarreal que ya se colaban.
Dos goles dudosos del Villarreal
Trigueros rompía al Real Madrid por el centro y Castillejo y Adrián sembraban el pánico por las bandas. El Real Madrid jugaba ordenado, presionaba y corría, pero el balón era del Villarreal y las ocasiones también. Y en el minuto 49 Triguueros ha obtenido el premio a su excelente primera mitad rematando una jugada colectiva en la que previamente Castillejo se ha llevado el balón con el brazo. El árbitro no lo vio, pero no dudó en dar el gol como válido porque ni siquiera los jugadores de Real Madrid se lo reclamaron.
Y apenas seis minutos más tarde llegó el segundo del Villarreal con un pase magistral de Bruno Soriano a Backambu, que remató a gol, en posición más que dudosa, raso y esquinado. Zidane ha reaccionado, ha sacado del campo a Casemiro y ha puesto en juego a Isco en busca de un cambio de ritmo que permitiera al Real Madrid arreglar el descosido. Y el equipo blanco ha reaccionado. En el minuto 59 ha llegado un espectacular poste a remate de volea de Cristiano Ronaldo que parecía colarse, pero el portugués no tiene suerte este año con los palos.
La reacción merengue
Y después del aviso de Cristiano, el gol del Real Madrid en el minuto 64. Isco inició la jugada enviando a Carvajal para que éste centrara a la cabeza de Bale, que no perdonó. El 2-1 le daba otro aire a un partido que estaba dominando el Villarreal. Y en el 71 una mano clara de Víctor Ruíz acababa en penalti que transformaba Cristiano Ronaldo e incendiaba el banquillo local, del que fue expulsado su entrenador Fran Escribá.
Y ya con el empate en el bolsillo, Zidane ha sentado a Benzema poniendo en su lugar a Álvaro Morata como revulsivo en el último cuarto de hora en el que ha brillado Isco de forma especial. Y bajo su batuta el Real Madrid se ha convertido en amo y señor del juego. El Villarreal se ha imitado a aguantar el empate mientras el equipo blanco se ha lanzado en tromba e la búsqueda del gol de la victoria.
Y ha llegado en el minuto 82 gracias a Morata rematando un centro de Marcelo. La fe mueve montañas. El Real Madrid ha tenido fe y en 20 minutos le ha dado a vuelta al partido y le ha marcado tres goles al equipo menos goleado del campeonato (15).. Y Zidane ha vuelto a acertar con el cambio. Con el objetivo cumplido, el Real Madrid se ha echado atrás y se ha limitado a mantener el resultado ante un Villarreal hundido moralmente. Bale ha dado el susto en los últimos minutos quejándose del tobillo y Zidane ha optado por sacarlo del campo sustituyéndolo por Lucas Vázquez.
El público ha despedido el partido con rabia e impotencia gritando aquello de "Así gana el Madrid", reclamando un penalti por mano de Marcelo... que estaba de espaldas. La cuestión es que el Real Madrid quema una jornada más al frente de la clasificación y con un partido menos. En este momento, sólo el Real Madrid dependiendo sí mismo.