Fede Peris
Si hay un jugador que se entrega, lucha y se deja la piel en la defensa de los colores del Barça ese es Luis Suárez. Sin embargo, la grandeza de Luis Suárez vestido de blaugrana se cimenta a base de goles. Sus registros son espectaculares y tienen mucho que ver en los excelentes resultados cosechados por el equipo de Luis Enrique desde que debutó en el Barça hace ya dos años y medio.
Dos partidos sin rematar a portería
Y precisamente lo que le ha faltado al
Barça en los dos últimos y dramáticos partidos (
PSG y
Leganés) han sido los goles de
Luis Suárez. Cierto que ante el
Leganés se inventó el 1-0 ofreciéndole una asistencia de oro a su amigo
Messi, pero no llegaron sus goles y el
Barça sufrió hasta el último minuto para superar a uno de los candidatos al descenso en LaLiga. Pero lo peor no es que no lleguen los goles del delantero uruguayo. Lo peor es que es imposible que lleguen los goles porque
Luis Suárez no dispara a puerta. Es el jugador del
Barça que más remata y, sin embargo, en la suma de los dos últimos partidos (PSG y Leganés), no quedó registrado ni un sólo disparo a portería.
Pero el problema no es suyo.
Suárez luchó como siempre en ambos partidos -ayer hasta se llevó una tarjeta- la cuestión es que en los últimos encuentros, coincidiendo con las ausencias y baja forma de
Busquets e
Iniesta, no recibe balones en condiciones. Son los daños colaterales del pobrísimo rendimiento que está ofreciendo en el Camp Nou el portugués
André Gomes, el fichaje más caro de esta temporada que no está a la altura de lo que necesita en el centro del campo el tridente mágico de
Luis Enrique, cuya estrella se apaga si desde atrás los encargados de crear juego no saben encontrarlos.