Confirmado: el fichaje de Cesc Fàbregas por el Barça no va a ser fácil. Tras la contratación ya oficial de David Villa, el centrocampista de Arenys se ha convertido en el objetivo número uno del heptacampeón para reforzar la plantilla, atendiendo al expreso deseo de los técnicos. A tres semanas de que las elecciones determinen el nombre del nuevo presidente del club azulgrana, Joan Laporta ha querido irse a lo grande concretando rápidamente las llegadas de los futbolistas más deseados por el barcelonismo, según corroboran todas las encuestas. Con Villa lo ha conseguido previo pago de 40 millones de euros al Valencia. Con Cesc lo va a tener mucho más complicado o, al menos, eso parece vistos los primeros movimientos del club del Emirates. El Arsenal se ha descolgado con una petición descabellada, absolutamente fuera de mercado. Los 'gunners' piden por su capitán 70 millones de libras, ¡87 millones de euros!
La exigencia económica del Arsenal por su crack más cotizado solamente se puede entender en clave de revancha con la maniobra azulgrana respecto a Fàbregas. El equipo que dirige Arsène Wenger está que trina porque entiende que desde el Camp Nou le han puenteado en este asunto y que el club catalán se ha dirigido directamente a Fàbregas sin pasar previamente por los despachos 'gunners'. Dado que ya es un secreto a voces que Cesc considera que su etapa en el club londinense ya ha quedado cubierta y que su deuda moral con Wenger, su mentor, ya está más que pagada, ahora queda por determinar el precio de su salida.
Por ese dinero, ni hablar
Y la primera demanda del Arsenal es para quitar el hipo. Esos 87 millones de euros suenan a órdago 'gunner' o, más bien, a peaje inabordable para el Barça. Sin duda, el club azulgrana no está dispuesto ni de lejos a entrar en esas cantidades que convertirían el fichaje de Cesc en la segunda operación más cara de la historia del fútbol, tras los 96 millones que pagó el Real Madrid enverano de 2009 por llevarse a Cristiano Ronaldo del Manchester United.
Su mensaje en Port Aventura
Cesc preferiría sin duda empezar el Mundial sabiendo cómo acaba esta historia, pero o mucho cambian las cosas o no será sencillo que Arsenal y Barça lleguen a un acuerdo de traspaso antes de que eche a rodar el balón en Suráfrica. En el club azulgrana se barajaba una oferta inicial en torno a los 35 millones de euros por el retorno de su hijo pródigo, pero por lo que se ve eso al Arsenal le suena ahora mismo a calderilla.
En una reciente visita a Port Aventura, Fàbregas ya dio el paso adelante que le había pedido el Barça. Sin lugar a dudas ni a más especulaciones sobre terceros equipos, entre ellos un Real Madrid que se ha pasado meses soñando con su fichaje, el centrocampista de El Maresme aseguró que "si me voy del Arsenal, mi sitio es el Barça". "Nunca he escondido que mi sueño es jugar en el Barça, pero no sé cuando va a ocurrir porque prisa no tengo. Allí estoy muy bien y siempre he sido muy feliz y se me ha tratado con un respeto espectacular", aclaró Cesc ya entonces para no indisponerse con el Arsenal.
Con sumo tacto, y en una actitud similar a la de David Villa con el Valencia, Fàbregas no quiere que nadie en el Arsenal le pueda reprochar nada. Por eso quiso hablar con Wenger con la esperanza de que como hombre de fútbol entendería su situación. ¿Lo hizo?
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