A la espera de lo que ocurra en las siete últimas jornadas de Liga y ante la posibilidad cada vez más cercana de que la temporada vuelva a cerrarse en blanco, Florentino Pérez, presidente madridista, ya está trabajando en su próximo proyecto galáctico que volverá a basarse, una vez más, en su inagotable talonario. Tras comprobar que los 265 millones de euros que se gastó el pasado verano no han sido suficientes para desbancar al Barcelona de Pep Guardiola, el poderoso empresario madrileño insistirá en su desmesurada estrategia inversora en busca de nuevos refuerzos que le permitan, de una vez por todas, acabar con el dominio blaugrana.
Si las cosas no cambian radicalmente en las próximas semanas, el verano volverá a ser caliente en las oficinas del Santiago Bernabéu. Por un lado, se prevé un buen número de damnificados por la decepcionante temporada que está haciendo el equipo de Manuel Pellegrini. Paralelamente, Jorge Valdano, director general madridista, ya tiene sobre su mesa la lista de objetivos que Florentino pretende ver vestidos de blanco la próxima temporada.
La inversión volverá a ser espectacular, a tenor de los nombres que maneja la directiva madridista. Entre 150 y 200 millones de euros más que saldrán de las arcas blancas para intentar acabar con la frustración que provoca verse muy por detrás del Barcelona.
En lo alto de la lista figuran el francés Franck Ribéry, el catalán Cesc Fàbregas y el canario David Silva, tres jugadores que darían profundidad a la plantilla madridista especialmente en el centro del campo, donde han aparecido las limitaciones más evidentes a lo largo de toda la campaña.
Se trata de tres operaciones complejas porque son figuras en sus respectivos clubs y, además, los tres están en la órbita de otros equipos.
Es elcaso, por ejemplo, de Ribéry y Cesc, por los que también suspira desde hace tiempo la entidad barcelonista. Será difícil que el Bayern de Múnich y el Arsenal acepten desprenderse de su principal figura por una cifra inferior a los 50 millones. En el caso de Silva, el Valencia apretará como siempre hace y exigirá un mínimo de 35 millones para abrirle las puertas.
A ellos habría que añadirle un lateral zurdo de primer nivel que permita que Arbeloa pueda competir con Sergio Ramos por el puesto de lateral derecho.
Por lo que respecta al primer grupo, el de los jugadores que no continuarán a partir del próximo 30 de junio, el Madrid contempla en estos momentos dar un mínimo de siete bajas, entre las que figuran dos símbolos como Raúl y Guti.
A ambos les queda todavía un año más de contrato, prorrogable automáticamente si disputan 30 partidos oficiales, pero los dos jugadores son conscientes de que su etapa en el Bernabéu ya ha acabado. De hecho, Guti ya anunció en vísperas del clásico que quiere irse el próximo 30 de junio. Los otros jugadores con los que no se cuenta son Drenthe, Dudek, Metzelder, Lass y Diarra. Y también podría irse Benzema si el club recibe una oferta interesante.
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